El pensamiento de Espejo promovió la igualdad de
todos los ciudadanos y la nacionalización de las propiedades
eclesiásticas. En su ideario aparecía por primera vez la igualdad de los
indígenas con los criollos y también planteó el reconocimiento de los
derechos de la mujer.
Las brisas del invierno que se presentan a pocos días del 21 de febrero
nos trasladan en el tiempo para recordar aquellos vientos que caminaron
en 1747 por el Quito empobrecido, colonial y provinciano que vio nacer a
Francisco Javier Eugenio de la Santa Cruz y Espejo. Hijo del indio
quechua de Cajamarca (Perú) llamado Luís Santa Cruz Espejo y de una
mulata quiteña a la que se la conocía como doña María Catalina Aldaz y
Larraincar.
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